A través de la Ley 2/2019, de 14 de febrero, por el que se modificó la ley 4/2007, de 28 de marzo de protección ciudadana de Castilla y León, se llevó a cabo el mandato de la disposición adicional 3 de la Ley 4/2007, que llevaba por título “homologación” y cuyo objeto era que se adoptasen las medidas necesarias para que los cuerpos de prevención, extinción de incendios y salvamento de las entidades locales de Castilla y León se homologasen en sus condiciones profesionales y retributivas con otros cuerpos integrantes del sistema de protección ciudadana, debiéndose crear un observatorio para llevar a cabo su seguimiento y evaluación. El 3 de marzo de 2016 se constituyó el citado observatorio y en el seno del mismo se adoptaron una serie de decisiones entre las cuales se determinó que la homologación de las condiciones profesionales y retributivas de los bomberos se haría con los cuerpos de las policías locales de Castilla y León. También se concluyó que para llegar a dicha homologación devenía como condición indispensable hacer una clasificación de los grupos de los funcionarios integrados en los cuerpos de prevención, extinción de incendios y salvamento en condiciones homogéneas a los cuerpos de policías de Castilla y León, para que las condiciones retributivas fueran parejas, había que equiparar las titulaciones de unos y otros cuerpos. Para ello se llevó a cabo la regulación de la estructura de la subescala de los servicios especiales de prevención, extinción de incendios y salvamento en los términos dispuestos por la ley 2/2019, de 14 de febrero y que respeta el actual anteproyecto, estructura a las que se han ido adaptando paulatinamente en estos últimos años todas las entidades locales con cuerpo de bomberos (el plazo de adaptación concluyó el 12 de marzo de 2021)
Huelga decir que, ya en aquel momento cuando se hizo el análisis de igualar condiciones retributivas de ambos cuerpos especiales ya existían los RD 907/2013, de 22 de noviembre, por el que se establece el título de Técnico en Emergencias y Protección civil que es una formación profesional de grado medio que equivale a un C1 y el RD 906/2013, por el que se regula el título de grado superior de emergencias y protección civil, que se corresponde con la titulación B a los que se refiere el alegante.
En la mesa de trabajo volvió a salir, por parte de la representación sindical, que la categoría de sargento estuviera adscrita a un grupo B. Conviene recordar que la categoría de sargento se encuentra incluida dentro del cuerpo técnico, junto con la categoría de suboficial. A este respecto se indicó, que tal y como se informó en la tramitación de la ley 2/2019, que de acuerdo con el artículo 76 del Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido del EBEP no se puede adscribir dos grupos de titulación a un mismo cuerpo. Concretamente, las categorías de suboficial y sargento por pertenecer al mismo cuerpo deberían estar en el mismo grupo de clasificación y requerir la misma titulación. Por lo que ante esta tesitura, o el cuerpo técnico se le exigía solo B o se le exigía solo A2 se optó por el A2 porque es la titulación que se exige a la escala técnica del cuerpo de policías y respondía al mandato de equiparar condiciones retributivas de bomberos y policías.