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2-DE LAS ORDENACIONES DE MONTES

Código de la propuesta: CYL-2020-08-6558

2-DE LAS ORDENACIONES DE MONTESLas ordenaciones de montes han cambiado mucho desde que salimos de la escuela de montes. La necesidad imperiosa de obtener datos numéricos, dasocráticos, de la masa a ordenar, con destino a obtener el máximo beneficio económico primaban sobre cualquier otra, aunque las instrucciones expusieran claramente otros destinos, aparte del meramente productivo. Hoy en día en la planificación condiciona más la situación medioambiental de la propiedad que el objetivo de máxima renta.Muchos de los montes que actualmente se están ordenando, tanto privados como públicos, proceden de repoblaciones de resinosas efectuadas a principios del siglo pasado y, sobre todo, a partir de mediados del mismo, por lo que esas masas hoy en día tienen entre 60 y 80 años. Es decir, se encuentran en situación predasocrática, con unas necesidades de intervención acuciantes.En lo que concierne a las frondosas, al menos en los encinares y sabinares privados, el desconocimiento de su selvicultura por parte de la propiedad ha derivado en un aprovechamiento de leñas puntual, de escasa extensión, basados en las necesidades de la hacienda en leña, sin saber que una selvicultura basada en clareos, poda y eliminación de restos, que maximice el crecimiento de los pies que quedan, ¡de hasta 6 veces su crecimiento normal!, daría un impulso a la masa extraordinario, mejorando claramente el potencial biológico y productivo del monte.De que me sirve planificar anualmente en estos montes un aprovechamiento de madera y biomasa a lo largo del período de aplicación, si es la totalidad de la masa la que me está pidiendo una intervención inmediata de toda su superficie para sanearla y ponerla en situación de evolucionar sana y sin competencia hacia un monte más productivo biológica y económicamente hablando.Así, en los pinares densos, o en los sabinares o encinares, en muchos casos poco o nada tratados, la selvicultura debería ser inmediata y sobre toda la masa. En tales casos, que suele ser lo habitual, ¿para que me sirve un inventario sobre frondosas o sabinares jóvenes, poco productivos, si lo que voy a ejecutar durante el período de aplicación es un clareo, poda y eliminación de restos, dejando de 3 a 4 pies por mata o distancias de 6 a 8 metros entre pie y pie?.