Proceso de legislación colaborativa
(2017/10) IV Plan de Intervención en el Patrimonio Documental de Castilla y León (2017-2020) (Cerrado)Código de la propuesta: CYL-2017-10-4325
Desde la Asociación de Archiveros de Castilla y León (Acal), nos congratulamos de la apertura a comentario público del futuro IV Plan de Intervención en el Patrimonio Documental de Castilla y León (2017-2020). Lamentamos, sin embargo, que con carácter previo no se hayan producido contactos específicos al respecto de su redacción con otros agentes de la sociedad civil que pudieran estar interesados –como pudiera ser nuestro caso, como asociación profesional– y que podrían haber realizado, con más tiempo y conocimiento de la realidad del patrimonio documental y los archivos en nuestra comunidad autónoma, aportaciones de mayor calado que las que resumimos a continuación, en torno a dos cuestiones.Consolidación del funcionamiento del sistema y, en especial, de la valoraciónResulta obvio que el sistema ni las redes han funcionado. Quizás habrá que plantearse los motivos de ese fallo del sistema más que su redefinición. En cualquier caso no parece entendible que se promueva la incorporación de nuevos archivos cuando no se es capaz de mantener a los existentes o se ha ignorado o expulsado a otros archivos públicos y privados con medidas como la eliminación subvenciones y ayudas, el único nexo de unión con el sistema.La propuesta de creación de una nueva fase (archivo intermedio) para la documentación de las consejerías no hace sino retrasar el problema. La salida está en impulsar en impulsar la valoración y selección de documentos y no en la creación de nuevas fases.en impulsar la valoración y las medidas que se proponen en los ámbitos normativo y práctico. En este sentido la realización de un estado de la cuestión y la elaboración de instrucciones merecen una calificación positiva mientras que otras medidas como las de homogeneizar los dictámenes para documentación análoga son inapropiados pues cualquier valoración, y más después de las nuevas normas, requiere la consideración del contexto y este es diferente en cada entidad. Asimismo resulta positiva la publicaciones de los estudios (y deberían completarse con las deliberaciones del consejo) en que se basan las reglas de conservación como reiteradamente se ha solicitado en el Consejo de Archivos, así como las actas de las deliberaciones.Impulsar las acciones formativasLa formación como se señala es fundamental pero a nadie se le oculta que su éxito debe apoyarse en una oferta atractiva, que satisfaga las necesidades formativas y en el incentivo a los profesionales para que cursen esos programas. En este sentido el solo recurso de la Eclap parece una limitación innecesaria. A título de ejemplo del plan formativo sectorial de 2017 de Eclap solo contempla un curso ligado a una función archivística: la clasificación. Es difícil que una propuesta tan corta pueda cubrir las necesidades de un sector un heterogéneo y con constantes innovaciones.En la comunidad hay agentes, como Acal; que han desarrollado y, continúan haciéndolo una labor formativa que ha sido pionera enseñando funciones y desarrollos profesionales. Por consiguiente se debería incrementar la colaboración con esas entidades y fomentar su colaboración.
Respecto a esta sugerencia, formulada por la Asociación de Archiveros de Castilla y León (Acal), versa sobre tres aspectos. El primero se refiere a la participación de la Asociación de Archiveros de Castilla y León (ACAL) en su redacción. El borrador se remitió a los archivos más importantes de Castilla y León, además de haber sido discutido en el seno de la Comisión Sectorial de Archivos y Patrimonio Documental del Consejo de Archivos, Bibliotecas y Centros Museísticos, donde el representante de los archivos privados, y miembro de ACAL, transmitió la opinión de dicha asociación a la que había hecho llegar el borrador. La segunda cuestión trata de la consolidación del funcionamiento del sistema y, en especial, de la valoración. Se exponen las disfunciones del sistema, así como las críticas a la inexistencia de subvenciones para archivos, y a la propuesta de incorporación de la fase de archivo intermedio, así como la homogeneización de los dictámenes sobre valoración. El funcionamiento del sistema ha sido tan continuo y efectivo como lo han permitido las circunstancias presupuestarias y de dotación de personal. Respecto a la fase de archivo intermedio, esta nueva fase pretende extender las funciones del Archivo General más allá de sus capacidades actuales para incidir directamente en la organización de la documentación semiactiva. Por último, debe aclararse que la homogeneización a la que hace referencia el Plan se refiere a series similares en instituciones similares, v.g. los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes, o las Secretaría Generales de las Consejerías. La última cuestión apuntada, referida al impulso de las acciones formativas y al ofrecimiento de ACAL para colaborar en las acciones formativas del personal de los archivos, debe señalarse que la ECLAP cuenta con profesores de diferentes instituciones para los cursos y que el plan formativo se hace en función de las disposiciones presupuestarias. Así mismo, debe señalarse que desde la Consejería de Cultura y Turismo se ha facilitado la asistencia del personal que así lo ha solicitado a los cursos que organiza ACAL.