Volver

No va a servir de nada

Código de la propuesta: CYL-2020-11-6646

Lo que ya ha quedado demostrado a través de los precedentes en este ámbito y que se mencionan en el apartado a), denominado: ‘Problemas que se pretenden solucionar con la iniciativa’. Llevan más de 20 años trabajando en ello, estableciendo planes y estrategias que tienen como objetivo la lucha contra la despoblación y no han conseguido nada de nada. Gastar dinero que es de todos y crear algún que otro órgano/organismo que no ha servido para nada más que para colocar a algún ‘allegado’ que otro.En primer lugar, y lo más importante, es que no existe vertebración de ningún tipo de esta Comunidad (económica, social, política, cultural…). Salvo dos o tres provincias que han ido manteniendo el tipo, mal que bien, el resto están en claro y continuo declive, y así no hay quien haga comunidad. Lo que resulta de difícil o imposible solución a estas alturas, y sin esto el resto de esfuerzos van a ser en vano.En segundo lugar, para frenar la despoblación de la Comunidad hacen falta trabajo y oportunidades para emprender. Fiarlo todo al turismo y al sector agroalimentario es un error, son dos opciones más, muy interesantes, pero no pueden ser las únicas. Tampoco se pueden poner todos los esfuerzos en retener a un par de multinacionales asentadas en la región, eso es pan para hoy y hambre para mañana, teniendo la espada de Damocles todo el día sobre la cabeza por miedo a la deslocalización de estas multinacionales, agachando la cabeza ante sus amenazas de llevarse las fábricas y los puestos de trabajo a otros países o regiones con mano de obra más barata, donde les ofrezcan más dinero o, simplemente, porque quieren volver a localizarse en sus países de origen. La apuesta tiene que ser claramente a favor de las PYMES de la región.Lo que hay que hacer es apostar fuertemente por la reindustrialización de la región, con fuertes inversiones en sectores productivos de futuro (tecnológicos) y con alto valor añadido, así como por la I+D+i, a través de las universidades de la región, por ejemplo. Para ello harán falta grandes cantidades de recursos públicos que podrían obtenerse del Estado y de la UE, y ahora mismo parece el momento propicio para lograrlo. También tenemos materias primas y recursos energéticos de cuya explotación y comercialización debería beneficiarse la población de la Comunidad. Y, por supuesto, estas inversiones habría que repartirlas a lo largo y ancho de la Comunidad, entre todas las provincias.La unión del sector público y privado en estos menesteres es lo ideal pero, seamos claros, el sector privado, en ningún caso, va a tomar la iniciativa por si solo y sin obtener nada a cambio. Por eso la iniciativa del sector público de la región se antoja fundamental, sin descartar la creación de un tejido productivo público anclado a la Comunidad, que no amenace con deslocalizarse a la mínima de cambio. Lo que sería mejor que dar subvenciones a fondo perdido a grandes empresas para que se instalen en la Comunidad y no la abandonen, esto es pan para hoy y hambre para mañana. Además, no se puede obligar a nadie a que se lleve su negocio a otra parte si lo considera oportuno.Otro factor clave debe ser la contratación pública de las Administraciones públicas de la Comunidad, favoreciendo la competencia entre empresas para obtener mejores precios y condiciones de contratación, pero también apostando por las PYMES de la Comunidad, que creen empleo en la misma, apostando por la producción y el consumo éticos y responsables, por las energías verdes, renovables y sostenibles, etc.También haría falta un mayor esfuerzo en materia de infraestructuras y telecomunicaciones claves, sobre todo, en el medio rural y en aquellas provincias más desfavorecidas y que sufren con mayor rigor la despoblación.Y, por último, hace falta luchar contra el ‘dumping’ fiscal entre CCAA a la hora de atraer grandes empresas y capitales privados, que lo único que hace es favorecer a unos pocos en detrimento de la mayoría. Y para eso están los tribunales. Hace falta una armonización fiscal dentro de España, para que no exista competencia desleal entre unas CCAA y otras.Todos estos esfuerzos deberían ser canalizados desde las distintas capitales de provincia, y otros núcleos importantes de población, tejiendo una red, hacia el medio rural de cada una de las provincias. Sin olvidar la importancia que tienen además el acceso a la vivienda y a servicios esenciales como son la sanidad y la educación, especialmente, en el mundo rural.