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Permitir de nuevo la pesca tradicional y fomentar la pesca

Código de la propuesta: CYL-2019-11-6130

La implantación de la nueva normativa tan restrictiva ha provocado un descenso muy importante del número de pescadores, encontrándose la mayoría de ríos prácticamente vacíos de pescadores. En vez de prohibir la pesca tradicional (con muerte) en casi todos los lugares, se debería tratar de regular.Consideramos que se debería multiplicar el número de AREC y situarlos en las zonas dónde según la legislación deberían estar: en los tramos más productivos de los ríos, especialmente las cabeceras. Actualmente, en provincias como León, hay muchos ríos enteros que no tienen ni un solo tramo para la pesca tradicional: Burbia, Ancares, Valcárce, Selmo, Boeza, Omaña, Vallegordo, Alto Luna, Torío, Curueño, Alto Esla, Yuso, Orza, Cares, Sella... ¿de verdad no se puede establecer ni un solo tramo de pesca tradicional en cada río? Los cupos en esos tramso son tan bajos (2 truchas) que la presión es mínima. Además, se está privando de la pesca tradicional a los pescadores rurales, un ataque más al medio rural de la comunidad. En los pueblos la inmensa mayoría de los pescadores no entiende la pesca sin muerte, sino que ve la pesca como una forma de aprovechamiento sostenible de un recurso (lo mismo que en la zona de Pinares cortan árboles, pero no por eso destruyen el bosque, estamos hablando de recursos renovables). Sin embargo, a esos pescadores rurales se les impide pescar de forma tradicional o deben desplazarse en algunos casos hasta una hora para encontrar en otro valle algún tramo dónde puedan pescar. Eso no es sostenibilidad.Por otra parte, no tiene ninguna justificación permitir la lombriz entre semana y prohibirla los fines de semana. Debería permitirse en todos los casos. La ley tampoco impide que se permita en los cotos, y sin embargo no hay ninguno en que esté permitida. Hay ríos, especialmente los pequeños, como ocurre en Burgos, Segovia, Soria o Ávila en los que además es la forma más tradicional de pesca. Además es más respetuosa con el río, al practicarse desde la orilla.Por tanto, nuestras propuestas son:Multiplicar en número de AREC para que haya al menos un tramo en cada río.Permitir el cebo natural todos los días.Ampliar a 4 el cupo de ejemplares, aunque sea a costa de reducir el número de permisos diarios.Eliminar la prohibición de pescar con muerte los ciprínidos en mayo y junio (la presión sobre estas especies es muy baja y atraen a algunos pescadores).Rotar los tramos de AREC.Potenciar los frezaderos naturales. No tiene sentido repoblar con truchas para alimentar artificialmente a depredadores, que luego terminan también con las poblaciones naturales de truchas. El crecimiento debe ser natural.Apertura de claros en la vegetación de las orillas, de manera que entre más luz a los ríos y mejore su productividad.Control de vertidos y de actuaciones negativas sobre los cauces.Control de riegos ilegales en ríos de meseta.En definitiva, mejorar la productividad de los ríos y potenciar una pesca tradicional sostenible, ya que estamos hablando de un recurso renovable, que bien gestionado puede dar riqueza al medio rural, y esa riqueza no pasa sólo por atraer pescadores de fuera, sino también por permitir la pesca tradicional a los pescadores rurales, que es una medida de fomento del medio rural.